It's been quite a while. | Jason.

por **Holly M. Evans** Jue Oct 24, 2013 3:29 pm

OCHO Y MEDIA DE LA TARDE | PRIMERA SEMANA DE OCTUBRE, 2011.

Mentiría si dijese que no había sido un día duro. Y es que se había pasado buena parte del día -quitando de diez escasos minutos para la comida y alguna que otra visita a la máquina de café- trabajando en un artículo que saldría a la mañana siguiente, o lo haría si pasaba la prueba, algo de lo que estaba segura, pues hasta el día de hoy todavía no le habían rechazado ni uno solo. Aunque como se suele decir, siempre hay una primera vez para todo. Ataviada con unos vaqueros, camiseta ancha y un largo pañuelo en el cuello, Holly Evans pretendía concluir su jornada con una, esperaba agradable, cena en el grill. Era un poco triste que una muchacha como ella estuviese sola un jueves por la noche. Era triste y raro, porque Holly podía no ser una belleza escultural, pero tampoco es que fuese orihunda de Mordor. ¡Cuánto le apetecía ver El Señor de los Anillos! Tal vez al volver a casa, sí. Un buen bol de palomitas y un maratón de hobbits, elfos y orcos. Y seguía soltera, qué cosas.

Una vez dentro del local, ocupó una de las mesas junto a la ventana. Se acomodó, perdiéndose entre la carta, tratando de encontrar algo que le llenase el estómago. Estómago que se contraía hambriento. Holly se pasó la mano por el cabello rubio, peinándolo hacia atrás con los dedos. Estaba indecisa, y lo único que pudo pedir cuando la camarera apareció por segunda vez fue una botella de agua y algo de pan. ¿Porqué tenía que costarle tanto decidirse? Era una simple cena. Tratando de hacer tiempo, sacó el móvil, revisando los mensajes.

"Cariño, ¿Cómo estás? Tu padre ha vuelto a intentar hacerle una casa al perro. Adivina quién duerme en el sofá.". Holly sonrió, recreando la imagen en la mente. El viejo mastín durmiendo junto a su madre y su padre en el sofá. Y allí estaba de nuevo la camarera, dispuesta a ahogarle la fiesta. —¿Le importaría esperar un momento? Tengo que pensarlo un poco más.—la cara de pocos amigos de la camarera le decía que estaba a punto de darle un bandejazo, pero se limitó a encogerse de hombros y dar media vuelta. Tanta simpatía no, a ver si acababa agobiándose.

por **Jason DiLaurentis** Jue Oct 24, 2013 11:53 pm

Un día duro en mi casa. Había vuelto hace poco y no llevaba bien el volver a vivir con mi madre de nuevo, y menos en la casa de Allison. Yo no entendía porque quería dejar el cuarto de Allison tal y como estaba cuando murió, como si ella fuese a volver a echarse en la cama y escribir cosas horribles en su diario como hacía siempre.. O hacer planes sobre a qué pobre chica iba a plantearse destruir ahora. No me malinterpretéis, no es que yo fuese un santo, pero Allison tenía una maldad que nunca llegué a comprender, aunque sabiendo que sólo éramos hermanastros adivino que la heredó de su padre, el mismo que fingió ser el mío. En realidad no estaba contento tampoco con mi padre biológico, pero bueno..

Salí por la noche de casa sin ganas ninguna de tener que aguantar un minuto más con mi madre aparentando que nos llevábamos bien y que podíamos ser una familia de nuevo, cómo si alguna vez hubiésemos sido una familia siquiera.. Así que me fui a cenar fuera para no tener que aguantar tanta falsedad junta en una sóla habitación, ya que si algo me caracterizaba era que decía las cosas tal y como las pensaba.
Entré en el Hollis porque es mi restaurante favorito de Rosewood, y cuando me permitieron pasar dentro para ocupar una mesa no pude evitar alzar mis cejas por la sorpresa y esbozar una suave sonrisa.

Vaya, qué sorpresa.. Pero si es la señorita Evans en persona..

Sonreí más abiertamente mientras miraba a Holly desde arriba ya que ella estaba sentada, y yo aún no había elegido mesa en la que degustaría del rico menú del bar.

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