Holly Marie Evans.

Personalidad & historia.

Personalidad:

Es algo más que una sonrisa en un rostro anguloso, es algo más que un casi constante buen humor contagioso que lejos de resultar empalagoso, se agradece. Se agradece que sea capaz de mantenerse fuerte en los momentos más lamentables, se agradece que siempre haya alguien que guarde la entereza cuando todo lo demás se desmorona, y esa acaba siendo Holly. Empujada por un punto de vista bastante positivo respecto a la vida, cada error le parece que forma parte de la experiencia y que cada caída significa que todavía puede levantarse. Sin embargo, a pesar de ser soñadora no se duerme en los laureles, teniendo los pies en la tierra y bastante presente el realismo. Puede ver la vida con ojos brillantes sí, pero eso no quita que no sepa cuando algo está podrido o cuando ese positivismo roza lo absurdo.

De don de gentes natural y extrovertida por naturaleza, Holly es una de esas personas con carisma que no suele pasar desapercibida. Un carácter explosivo, una naturalidad única y un algo que inspira confianza. Ella puede jactarse de mantener amistades de la infancia prácticamente intactas. Pero que no te deje engañar ese cabello dorado, pues no es tan perfecta como podría llegar a parecer. Hasta cierto punto desconfiada y con un pavor al rechazo incalculable, Holly tiene la tendencia a ser demasiado sincera, y a pesar de que trata de cultivar un tacto del que carece, en ocasiones es demasiado directa. Afortunadamente, sabe pedir perdón. Casi siempre.

Testaruda e incapaz de rendirse, y si eso no es ambición y carácter luchador, que baje quién reine en los cielos y lo diga. La curiosidad que le corre por las venas suele meterle en más líos de los que es capaz de asumir, y no valora los peligros a los que ésta es capaz de someterle. Pero no puede evitarlo, tiende a seguir sus instintos más que a la razón.

Independiente y orgullosa de sus propios méritos, sin llegar no obstante a ser pedante. Siente especial satisfacción en conseguir las cosas, valorando el trabajo duro y el esfuerzo, sin pena no hay gloria, se suele decir.




Historia:

Pese a que Rosewood le vio nacer, fue Kingston lo que la vio crecer, aunque eso no significó que dejase de visitar el pueblo durante alguna que otra temporada, en especial durante las vacaciones. Hija única de un matrimonio bien avenido, no le faltó de nada, pero si que tuvo que ganarse todas y cada una de las cosas que obtuvo. Gracias precisamente a esa afluencia económica, la familia pudo viajar a diferentes partes del mundo, aunque solo fuese una vez al año o cada dos años. Y es que si Holly se lo ganaba, tenía una jugosa recompensa.

Nada alteró el crecimiento de Holly, no al menos nada destacable. Durante el colegio fue una chica más del montón, y de no ser por tener más amigos que dedos de ambas manos, hubiese sido sin duda catalogada como empollona, pues sus notas lo valían. Empezó y acabó el instituto como una de las alumnas con mejores calificaciones, cosa que le valió una beca para estudiar periodismo en Nueva York. A pesar de ello, consiguió un trabajo a tiempo parcial en una cafetería, compaginando así trabajo y estudios. Por suerte, todo fue sobre ruedas para la joven Holly Evans, quién con solo dieciocho años tuvo que aprender a sacarse -todavía más- las castañas del fuego. Compartió piso con otros estudiantes, una experiencia casi siempre enriquecedora.

Sus esfuerzos durante los cuatro años de carrera dieron sus frutos, y con veintiuno y recién licenciada ya tenía más de una oferta de trabajo. Movida por la añoranza, decidió aceptar el puesto en el periódico de Rosewood, aunque solo fuese escribiendo algún que otro artículo y/o columnas de opinión. Porque algo le decía que allí había una gran noticia aguardando ser publicada. Y tenía que ser ella quién lo hiciese.

Así pues, acabó instalándose en Rosewood, sin saber a ciencia cierta durante cuanto tiempo estaría viviendo en el pueblo. Echaba de menos a sus padres, echaba de menos Nueva York y todo lo que allí dejaba atrás. Pero ante ella algo pedía ser revelado, y no podía huir porque por si la curiosidad no fuese suficiente, estaban ellos, aquellos por los que se desvivía. Los suyos, sangre de su sangre.  

extras

♦ Tiene un perro que recogió de la perrera y de nombre Charlie. Juguetón y cariñoso, una compañía más que agradable.
♦ Sufre de cierta adicción al café, como muchas otras personas lo necesita casi en vena.
♦ Pese a que su delgaducho cuerpo lo niegue, tiene un gran apetito y no es mala cocinera. Hace unos spaghetti a la carbonara de rechupete.
♦ Uno de sus sueños es escribir un libro, pero la inspiración no parece estar nunca de su parte.
♦ Tiene tatuado en el centro de la espalda un calendario maya.